James Miranda Barry, el secreto de una gran mujer.


Las libertades civiles y sociales con las que hacen vida las mujeres en estos días, han sido el resultado de muchas luchas que han tenido que batallar por siglos, siendo en los últimos 100 años los avances más determinantes.

Margaret Ann Bulkley fue una jovencita nacida en Belfast-Irlanda en 1795, finalizando el siglo de las luces, aquel movimiento intelectual conocido como "Ilustración", marcado por las ideas de grandes pensadores, filósofos, literatos y artistas. Sin embargo, la vida de Margaret, se desarrolló durante el recién iniciado siglo XIX, en un período de grandes cambios y avances, en todos los aspectos posibles, desde la ciencia hasta la filosofía.

La sociedad vivía en un letargo en aspectos como la inclusión de la mujer a la educación universitaria,  aunque el mundo era testigo de importantes revoluciones industriales, sociales, científicas, económicas y filosóficas que sentaron los fundamentos de lo que luego serían las corrientes más fuertes del pensamiento; el lugar de la mujer estaba supeditado a las labores del hogar.

Contadas fueron las mujeres que pertenecientes a la aristocracia podían emanciparse del pensamiento dominante que dudaba de la capacidad femenina para educarse en una universidad. Es así como muchas mujeres, se vieron obligadas a asumir identidad masculina para poder ingresar a la universidad. Este es el caso de Margaret.

Margaret Ann Bulkley


El plan perfecto 

Era sobrina James Barry, un reconocido artista de la época y además miembro de la Royal Academy de Londres, de quien más tarde copiaría su nombre.  Su tío era gran amigo del influyente político, militar, estratega y General del ejercito venezolano Francisco de Miranda, y de otro notable hombre la época, David Stuart Erskine.

Ambos influyentes personajes eran de pensamiento avanzado y gran cultura, defensores fervientes del derecho a la educación de las mujeres, por lo que al conocer a la joven, notaron su inteligencia y conociendo sus deseos de ser médico, crearon un plan para que cumpliera su sueño e ingresara a la escuela de medicina de la Universidad de Edimburgo.

Miranda, Erskine y el tío James, decidieron disfrazar de hombre a Margaret y es allí cuando nace James Miranda Stuart Barry, nombre que tomó en agradecimiento y honor a sus mentores y colaboradores.

El plan era, que al terminar los estudios de medicina Margaret, viajara de la mano del General Miranda a Venezuela y allí ejerciera con libertad y tranquilidad la medicina, lejos de las críticas y prejuicios que para la época reinaban en Inglaterra y gran parte de Europa.


Era el año 1809 y Margaret sólo tenía 14 años cuando ingresó a la escuela de medicina de la Universidad de Edimburgo, nunca más sería una mujer, de allí en adelante y hasta su muerte se le conoció siempre como James Barry, destacó como estudiante brillante y por su notable destreza en la cirugía.

En 1812 el joven James Barry, ya era Doctor en medicina, nunca pudo ir a Venezuela, pues su mentor, colaborador y financiador de estudios el General Francisco de Miranda, fue encarcelado en Cádiz por los Españoles y murió más tarde en 1816.


Carrera y romance

Una vez graduado, James trabajó como médico voluntario y el 5 de julio de 1813, se unió al cuerpo de médicos del ejercito Británico y fue enviado al Cabo de Buena Esperanza en el extremo sur de África, allí, conoció al Gobernador Lord Charles Somerset, con quien más tarde por lo cercano de su relación, se desataron rumores de una relación homosexual.
Trabajo periodístico sobre él

Los rumores derivaron en escándalo y no tardó en llegar a oídos en Londres, El gobierno Británico creó una comisión para investigar el caso y el gobernador Somerset fue obligado a regresar a Inglaterra y su carrera política quedó arruinada. En 1815 estuvo presente en nada más y nada menos que en la famosa Batalla de Waterloo, en Bélgica.

Como es de suponer, James Barry, no tenía rasgos distintivos de la masculinidad, era de contextura delgada y menuda, incluso se dice utilizaba zapatos con suela alta para lucir más intimidante. Su voz era muy aguda y todo esto conllevó a numerosos episodios en los que su masculinidad fue puesta en tela de juicio, al punto tal, que se sabe estuvo inmerso en al menos un par de duelos para defender su juzgada "hombría".

Tenía un temperamento fuerte, mal humorado, quizá como mecanismo de defensa para opacar comentarios sobre sus fisionomía femenina y su voz poco masculina. No obstante, como médico, gozó de mucho prestigio, por su dedicación y habilidad como cirujano. Inclusive, su fama fue notable por haber practicado en África, una de las primeras cesáreas con resultado positivo de sobrevivencia tanto para la madre, como el bebé.


Un médico notable

Grandes fueron sus aportes en el campo de higiene en la practica medicina profesional fueron importantes, logrando elevar la tasa de supervivencia de los pacientes que atendía a quienes aplicaba sus métodos de asepsia para evitar la propagación o contagio de enfermedades, siendo considerado uno de los precursores en materia de esterilización de instrumentos quirúrgicos y el lugar de practica de los procedimientos médicos.

En la medicina destacó también por su lucha, tratamiento novedoso e investigación de la sífilis, el cólera, lepra, enfermedades tropicales y modificó los estándares de atención y trato inhumano que eran comunes en el manejo de pacientes con enfermedades psiquiátricas en el continente Africano, donde fundó innumerables hospitales. También trabajó y revolucionó la practica de la medicina en otras colonias Británicas de la época, como Jamaica, La India, Crimea, Sudáfrica, Malta, Corfú, Canadá y varios otros lugares.

James Barry. Jamaica 1850


En su vida dentro de las filas militares tuvo altas y bajas, su carácter, sus enfrentamientos por las críticas a su hombría en no pocas oportunidades le ocasionaron problemas. Aún en medio del torbellino que fue su vida, gracias a su destacada labor medica, en 1831, ascendió hasta el mayor grado posible para un médico militar, obteniendo así el nombramiento de Inspector General de Hospitales, luego en 1838, por su convulsiva personalidad y enemigos ganados durante su vida militar fue degradado al cargo de Cirujano de Campo en las llamadas Indias Occidentales (Islas del Caribe y Bahamas). Sin embargo, gracias a su incasable trabajo como médico con las tropas y su trabajo como investigador científico es nuevamente ascendido y le otorgan el grado de Oficial Médico de Primera.

Tesis Doctoral de James Barry.

Primera mujer en graduarse en una escuela de medicina en Gran Bretaña, logró engañar a la universidad, a la institución militar y todo su entorno por al menos 50 años.


Muerte y escándalo

En el año 1845, El Dr. Barry, contrajo la fiebre amarilla y regresa a Gran Bretaña, pero logra recuperarse y durante los subsiguientes años continua desarrollando su carrera como médico, hasta el año 1964 en el que se retira de la vida profesional y fallece el 25 de julio de 1865.

El diario Irlandés The Saunders el 14 de agostó de 1865, reseñó su muerte como la de un oficial militar Británico que ocultó ser una mujer y también la noticia fue destacada por la prensa Británica, especialmente el famoso diario Manchester Guardian, siendo aquella la noticia más comentada entre la asombrada sociedad de la época.

Con su muerte se desató gran escándalo, púes se dice que las personas encargadas de preparar su cadáver pudieron evidenciar que el Dr. James Barry en realidad era una mujer, e incluso una enfermera aseguró que el cuerpo de Barry, mostraba los signos y marcas de haber estado embarazado en algún momento de su vida, algo que jamás pudo ser comprobado.

Se desataron muchos rumores y teorías luego de su muerte. Una de las leyendas indica que James Barry, expresó su voluntad de no ser objeto de ningún examen Post-morten, algo que quizá despertó la curiosidad que llevó al descubrimiento de su increíble secreto. Lo que cierto es que lamentablemente todo su trabajo científico y humano se vio eclipsado por el descubrimiento de su verdadera identidad, la que guardó por décadas.

El ejercito Británico, prefirió enterrarlo no solo físicamente, sino también históricamente por sentirse avergonzados y con el tiempo su labor medica intachable fue olvidada, al punto que hoy día, tanto el Dr. James Miranda Barry o su identidad original de Margaret Ann Bulkley, es un personaje poco conocido de la historia mundial e incluso para muchos es una leyenda. Lo cierto, es que sus restos reposan en el cementerio de Kensal Green, Londres y fue enterrado bajo el nombre de James Barry y así quedó inscrito su nombre en la lápida, junto a su rango como alto oficial del Ejercito Británico.


Lápida de James Barry en Kensal Green .


Como James Barry fue un médico excepcional, como Margaret Bulkley, una mujer fuera de serie.

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