Elizabeth Cochran, la primera periodista encubierto.



¿Quién fue Elizabeth Cochran? 


Elizabeth Jane Cochran  es la primera reportera en periodismo de investigación que se tenga registro, y su trabajo más reconocido fue desarrollado estando de encubierto en un hospital psiquiátrico de New York.


Nació en 1864 en los EEUU y destacó en muchísimas cosas importantes y fue merecedora de grandes logros. Se desarrolló como escritora, filántropa e inventora. Provenía de una familia numerosa y con facilidades económicas ya que su padre era un prominente juez y empresario. 


El señor Cochran se  casó 2 veces y concibió 15 hijos. Elizabeth pertenecía al segundo matrimonio, siendo la hija número 13. A los 6 años de edad, luego del fallecimiento de su padre, atravesó junto a su madre y hermanos una situación económica crítica en vista de que no fueron incluidos en el testamento.


Elizabeth Cochran
Wikipedia

A los 15 años comenzó sus estudios de educación, pero no pudo culminar la carrera por falta de recursos. Pero la diferencia en su vida la haría una carta que envió al editor del Pittsburgh Dispatch, respondiendo a un artículo que publicaron exponiendo que las mujeres no debían trabajar. El editor quedó muy sorprendido de la pulcritud en la redacción y la ortografía de dicha misiva, que le ofreció trabajo como reportera con tan solo 21 años.


El nombre que adoptó como escritora es Nellie Bly. Sus trabajos iniciales estaban dirigidos a la situación laboral de las trabajadoras, hizo algunos trabajos de investigación sobre mujeres obreras, hasta que la presión de la Editora, tras las denuncias donde llamaban a las páginas del diario feministas fue tan grande que ella se cansó y fue detrás de otro horizonte.


Se fue como corresponsal a México, y estuvo cumpliendo sus deberes periodísticos de manera aguda  durante 6 meses hasta que la dictadura de Porfirio Diaz la amenazara luego que en sus trabajos denunciará el encarcelamiento a la prensa. Volvió a EEUU, y se retiró del Dispatch porqué sentía que no le permitían crecer mas profesionalmente y se mudo a New York y así fue que consiguió un puesto en el New York World, donde le pidieron que investigara sobre el asilo de Blackwell, una institución para mujeres diagnosticadas como dementes.


Con 23 años asumió ese reto, aceptó fingir estar mal de la cabeza con el fin de entrar de encubierto a dicho hospital de dudosa reputación. 


Para lograrlo tomó la identidad de Nellie Brown, alquiló una habitación en una pensión administrada por una familia donde hizo una escena de violencia y locura, enseguida los dueños la consideraron una loca y llamaron a las autoridades. Al presentarla en el tribunal, continúo su papel donde gritaba, decía que no recordaba nada, y tras una evaluación del hospital la declararon demente y le dieron ingreso en el Hospital de Bellevue, logrando ingresar.


La isla de Blackwell fue construida como un refugio para las personas incapaces de integrarse en la sociedad. Allí, y viviéndolo en carne propia, vio las deplorables condiciones en las que tenían a los enfermos, los maltratos que padecían de parte del personal médico, las precarias condiciones de salubridad.


Los pacientes eran sometidos a baños con cubetas de agua y hielo, comidas descompuestas, el personal inmovilizaba a los pacientes para luego golpearlos, vivían entre ratas por el piso del hospital y bebían de la misma agua sucia que los animales.

No podían hablar los pacientes entre ellos porque era motivo para castigos, en ese lugar los derechos no existían. A Nellie no le tomó mucho tiempo darse cuenta de lo que pasaba, reveló su cordura al personal médico pero ya era muy tarde, tuvo que intervenir un abogado y conseguir en tribunales la orden para sacarla 10 días después de su ingreso. 


El nombre del artículo que cambiaría el destino de esos pacientes, y de otros muchos en el país sería “Ten days in a Madhouse (Diez días en un manicomio)”. Ahí Nellie retaba a quienes la habían enviado a ese lugar, que fueran a pasarse una temporada y mantener en estado de cordura durante 2 meses, agregando que después de ese tiempo la gente se vuelve loca para siempre.


Luego de esta experiencia y este artículo se consagró como escritora. Su próximo reconocimiento vendría cuando le propuso a su diario realizar la hazaña de Julio Verne de dar la vuelta al mundo en menos de 80 días. Pulitzer aceptó la propuesta entusiasmado y tal fue la expectación, que la revista Cosmopolitan decidió enviar a su propia reportera, Elizabeth Bisland, para que compitiera con Bly.


La hazaña de Julio Verne


25 años, una maleta y 200 libras esterlinas, es todo lo que cargaba ese 14 de noviembre de 1889 cuando partió desde el puerto de Hoboken, y 72 días necesitó para darle la vuelta al mundo y arribar el 25 de enero de 1890 cargada de experiencias que sumarían más logros a su carrera.


Una de sus paradas fue en la casa del mismísimo Julio Verne y su esposa. Esta escala y otras tantas a lo largo de su viaje le permitió escribir muchas crónicas y un libro Around the world in seventy-two days, edición que incluiría un juego de la oca en el que la protagonista era la intrépida periodista.


Años después, en 1895 contraería matrimonio con un magnate septuagenario, que debía su fortuna a la industria del acero. 9 años después, Elizabeth enviudó y le tocó ponerse al frente de la fábrica. Aquí diseñó algunos botes y recipientes que nunca patentó, pero finalmente por mucho que lo intentó la empresa quebró y volvió a su oficio. Esta vez, volvía al periodismo para cubrir la Primera Guerra Mundial y la famosa Manifestación Sufragista.


A los 53 años, en el Hospital Saint Mark de Nueva York, falleció tras una afección de neumonía, y sus restos reposan en el cementerio Woodlawn del Bronx, el mismo lugar en el que fue enterrada siete años después su rival Elizabeth Bisland. 




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