¿Qué es kintsugi?
Desde el punto de vista más estricto, el kintsugi es una técnica artística japonesa muy antigua que hace referencia a reparar objetos de cerámica o porcelana, con la resina proveniente del árbol Urushi sólo conseguido en Japón, China y Corea, que unida casi siempre con polvo de oro y algunas otras con polvo de plata o platino, genera una especie de pegamento o laca resinosa que permite unir las piezas rotas.
Filosofía Kintsugi
Pero el kintsugi es mucho más que una expresión artística, es una filosofía milenaria que forma parte importante en la cultura Nipona. En una sociedad donde la cultura y el arte juegan un rol preeminente en la vida de las personas, esta filosofía nos plantea una importante reflexión sobre la belleza de las heridas ocasionadas por los accidentes y los avatares del tiempo, no solo a los objetos, sino también a nosotros mismos.
Hoy por hoy el kintsugi nos invita a meditar sobre cómo respondemos y actuamos frente a las huellas que nos dejan los eventos dolorosos que nos han lastimado, creando cicatrices físicas y especialmente emocionales.
Historia del kinstsugi
Se cree el kintsugi nació en Japón en el siglo XV cuando el Shogun Ashikaga Yoshimasa envió con artesanos Chinos a reparar su "Chawan", que es el tazón especial para la importante ceremonia del té que se le había quebrado. Cuando la pieza regresó a sus manos, el resultado fue decepcionante. Se encontró con un trabajo tosco, burdo, que había unido las piezas del tazón utilizando grapas metálicas que afeaban la valiosa pieza de porcelana. Así que decidió entregar el Chawan en manos de artesanos Japoneses.
Fue magistral lo que idearon. Resolvieron reparar la pieza usando la técnica que sería más tarde conocida como kintsugi. El resultado fue increíble, recibió una pieza de porcelana que estaba ahora unida por líneas de oro, que no ocultaban las resquebrajaduras, sino que por el contrario las hacia visibles y destacaba, porque el brillo del oro resaltaba entre las líneas que habían sido unidas donde antes habían quiebres. El tazón del líder Japonés se había convertido en una pieza aún más hermosa y valiosa.
Igual ocurre en nuestras vidas, todos nos hemos sentido alguna vez rotos, con heridas profundas en nuestra alma producto de diversos eventos dolorosos que nos han hecho sentir sin rumbo, sin ánimo y deprimidos. Es aquí donde la resiliencia juega un rol importante respecto al kintsugi, porque eso es lo que nos plantea como filosofía, el arte de saberse reparar a si mismo de las heridas de la vida, nunca esconderlas o intentar borrarlas.
Mensaje del kintsugi
Hay que comenzar a capitalizar el aprendizaje de estas situaciones, para que sin pretender eliminar de nuestra vida lo que han dejado y el dolor que nos ha marcado podamos reconstruirnos, levantarnos y seguir adelante, obteniendo ser mejores personas.
Cada uno llevamos en nuestro cuerpo y alma las huellas del tiempo y las circunstancias que nos van afectando, pero debemos siempre seguir adelante.