UN CRIMEN
En el sur de EEUU hace más de 50 años un crimen conmocionó a la población, pero no fue hasta 2014 que tuvo su desenlace.
"Primero pensé que era un saco flotando. Después me di cuenta de que era el cadáver de una joven"
Es lo que declaró W. Arnold luego de haber encontrado el cuerpo flotando de Irene Garza de McAllen - Texas el 21 de abril de 1960.
IRENE GARZA
Irene era una joven de 25 años y era toda una celebridad en su pueblo, ya que dos años antes de su asesinato había sido reina de belleza y era un chica muy carismática, religiosa y avocada al servicio por su pueblo, también se desempeñaba como maestra en una escuela.
Según las autoridades, ella esa noche visitó la iglesia católica del Sagrado Corazón para confesarse antes de acudir a una cita a la que nunca llegó.
La autopsia practicada a su cuerpo reveló que fue violada, golpeada, asfixiada y luego lanzada a un canal de irrigación a las afueras del pueblo.
John Feit era el sacerdote que servía temporalmente en la parroquia y por años fue el único sospechoso. Entra las razones por la cuales sería el fuerte sospechoso están que fue el ultimo con verla con vida y cuando la policía fue a tomarle la declaración tenía las manos heridas y rasguñadas, también fue encontrado en la zona del crimen un zapato de la víctima y un candelabro que pertenecía la iglesia.
En su declaración él dijo que le tomó la confesión en la casa parroquial y no en el confesionario, luego ella se retiro y él no supo mas de ella.
Durante las investigaciones no se consiguieron testigos, todo era muy extraño hasta que unas semanas después las sospechas se intensificaron cuando una estudiante denunció en la policía haber sido atacada 3 semanas antes de que Garza muriera dentro de la iglesia en una iglesia de un pueblo vecino.
La chica declaró que el sacerdote la abordó por detrás y le colocó un pañuelo en la boca pero durante el forcejeo, le logró morder un dedo y huyo del sitio.
Aunque Feit negó cualquier participación en este hecho, fue arrestado y acusado de asalto con intención de cometer violación, al año siguiente fue llevado a juicio y él decidió no impugnar los cargos de asalto agravado y recibió una multa de 500$ y nunca cumplió condena de cárcel.
"Estábamos acusando a un sacerdote y en esos días los sacerdotes eran infalibles", le dijo a la cadena CNN Lynda De La Viña, la prima de Garza, que en el momento del asesinato tenía 9 años.
LA IGLESIA CÓMPLICE DE UN DÉLITO
Feit fue retirado de esa parroquia, y a pesar de las sospechas la iglesia lo movió a un monasterio en Misuri y luego a un convento en Nuevo México, y continúo desarrollando su vida de forma normal.
En 1970 dejó el sacerdocio, contrajo nupcias y tuvo tres hijos. Vivió en Phoenix, Arizona, participó activamente en la Iglesia local trabajando como voluntario durante 17 años en una organización de caridad.
La familia de Irene Garza nunca se rindió y a pesar de que había pasado tanto tiempo, ellos buscaban justicia. Y fue gracias a esa presión que nunca dejaron de ejercer que en el 2014 el asesinato volvió a los titulares.
Ricardo Rodríguez Jr., candidato ese año para el cargo de fiscal de distrito en el Condado de Hidalgo, una localidad en la frontera de Texas con México, prometió nuevamente evaluar la evidencia del caso. Una vez ganó, reabrió el caso.
UNA VEZ REABIERTO EL CASO
En 2017, 57 años después del crimen el sacerdote fue convocado por el nuevo fiscal a un gran jurado que votó de imputar a John Feit por la muerte de Irene Garza, condenándolo a sus 83 años a cadena perpetua.En febrero de este año, Feit falleció por razones naturales en la prisión en Texas.