Napoleón y Josefina, cartas en el amor y en la guerra

Napoleón y Josefina, amores imperiales.


Dicen que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Napoleón Bonaparte era pequeño de estatura, sin embargo, es considerado uno de los grandes hombres de la historia, y llegó a ser emperador de Francia.

Josefina de Beauharnais - conservó el apellido de su primer esposo –  fue la mujer más poderosa de Francia luego de su unión con Napoleón. Se conocieron cuando él no tenía fama ni dinero, posteriormente en enero de 1796 se comprometieron y el 09 de mayo contrajeron matrimonio civil.

En ese tiempo Napoleón no era más que un general de 20 años, Josefina tenía 26 años. Curiosamente, para el momento del matrimonio, Josefina no estaba enamorada de Napoleón; por su parte él quería fortalecer su conexión con Francia.

A los dos días de celebrarse la boda, Napoleón se marchó a Italia, para comandar el ejército francés, a partir de allí, él y Josefina a escribirse cartas de amor.


Napoleón y Josefina estuvieron casados 13 años, desde 1796 hasta 1809 durante este tiempo se escribieron muchas cartas, muchas más él a ella. La mayoría de estas cartas se han perdido, otras permanecen en manos de algunos coleccionistas.

Se conservan 5 cartas de Josefina a Napoleón y 265 de Napoleón a Josefina, una pequeña parte se publicó en 1833. Esto le escribía el Emperador de Francia a su amada:

“¡Los hombres son tan despreciables! Solo tú borrabas a mis ojos la vergüenza de la naturaleza humana”

En un extracto de otra carta:

“Me despierto lleno de ti. Tu retrato y el recuerdo de la embriagadora velada de anoche no han permitido que mis sentidos descansen. ¡Dulce e incomparable Josefina, qué extraño efecto causáis en mi corazón, ¿os enfadáis? ¿os veo triste? ¿estás preocupada? Mi alma se rompe de dolor, y vuestro amigo no encuentra reposo… Pero ¿lo encuentro acaso cuando, entregándome al sentimiento profundo que me domina, extraigo de vuestros labios, de vuestro corazón, una llama que me quema?”

Josefina por su parte, en su primera carta a Napoleón, le escribe:

“Habéis dejado de venir a ver a esta amiga que os quiere, la habéis abandonado por completo, hacéis mal, porque ella os tiene mucho cariño. Venid mañana septimi a comer conmigo. Tengo que veros y hablaros de vuestros asuntos. Buenas noches amor mío, os beso.”


Viuda de Beauharnais.

A pesar de los amores por escrito, Josefina dada la ausencia de su esposo, pronto comenzó a tener amantes, no tardó en enterarse Napoleón y en represalia la echó de casa por su infidelidad, sin embargo, la perdonó y entonces era el emperador el que comenzó a corretear doncellas.

Josefina nunca pudo darle hijos a Napoleón, finalmente en 1810 se divorciaron, y al año siguiente Napoleón se casa con la Archiduquesa María Luisa de Austria, con quien tuvo a su primogénito Napoleón II de Francia.

Las últimas palabras de Napoleón en su lecho de muerte fueron; “Dios mío, el ejército Josefina”




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