Cuando hablamos de las mejores historias de amor reales, destaca la de Marie y Pierre Curie, esposos y científicos famosos, de esta unión surgió el primer elemento químico descubierto por una mujer, varios premios nobel y una historia digna de una novela rosa.
En 1894, la joven María Sklodowska llegaba a París proveniente de su Polonia natal, había tenido una vida difícil, marcada por la pobreza y la muerte prematura de su madre. María tenía un ferviente deseo de estudiar y una curiosidad científica extraordinaria, pero en esa época, y en especial en Polonia, no había oportunidades científicas para las mujeres, así que María se había formado de manera autodidacta y clandestina.
Todo eso terminó cuando llegó a París y conoció a Pierre, quien le ofreció espacio en su laboratorio, de esta manera Marie, como se pasó a llamar en Francia, inició su carrera como científica, y su amistad con Pierre se hizo cada vez más sólida. Pierre estaba impactado con ella, Marie era muy inteligente, trabajadora y compartía su gusto por la investigación, era la compañera perfecta, así que le pidió que fuera su esposa, pero Marie dijo que no.
Lo que Pierre no sabía era que Marie quería regresar a Polonia, su deseo era trabajar en su país de origen y eso hizo en el verano de ese mismo año. Pierre no se dio por vencido, estaba convencido que eran el uno para el otro, así que la enamoró con la ciencia, le escribía cartas de amor en las que le contaba sus avances científicos y le ofrecía trabajar en sus proyectos.
Toda esa estrategia funcionó, Marie Curie regresó a Sceaux y se casó con Pierre, en abril de 1895 contrajeron nupcias en una ceremonia diseñada para ellos, sin símbolos religiosos, con pocas personas y muy sencilla. Marie usó un vestido que solía utilizar para trabajar, ese hecho da cuenta de lo desdibujada que era la línea entre el amor y la ciencia para ellos.
Ganaron el premio Nobel de Física en conjunto con Henri Becquerel en 1903, todo era felicidad para esta pareja, premios, reconocimientos y dos hijas maravillosas, eran los frutos de esta unión, pero un trágico accidente se llevó a Pierre en 1906, dejando a Marie viuda y a Eve Curie e Irene Curie huérfanas, esta última también científica, ganó un Nobel en 1935.
Marie estuvo muy afectada por la muerte de Pierre, sufriendo varios episodios depresivos, necesitando el apoyo de familiares y amigos e incluso estuvo hospitalizada. Se refugió en el trabajo y en la crianza de sus hijas, la partida de Pierre fue repentina y para Marie fue muy difícil de superar, él fue su amor, su socio científico, compañero de metas y su más ferviente defensor.
Sin embargo, una de las mejores historias de amores reales no terminaba aun, el trabajo y los proyectos que tenían juntos no se detuvieron, Marie curie que descubrió el polonio y el radio junto a Pierre, continuó con sus proyectos y recibió el premio Nobel de Química en 1911.
Además, Marie aceptó ocupar el puesto de Pierre en la Universidad de París con la esperanza de rendirle homenaje, quería edificar un laboratorio de talla mundial como un tributo a su esposo. No solamente lo hizo, también logró que eliminaran restricciones para la entrada de mujeres a la universidad y en general a la comunidad científica.
A lo largo de sus trabajos con el radio y en sus estudios acerca de la radioactividad, los esposos Curie trabajaron sin ninguna precaución, nadie sabía en ese entonces los efectos para la salud que tenían esas sustancias. Testigos relataron que Marie solía colocar tubos de ensayo con material radioactivo en sus bolsillos, esto probablemente causó un aborto que sufrió antes de nacer su segunda hija y muchas otras dolencias como cataratas y anemia. Todo esto afectó grandemente la salud de marie curie muerte ocurrida en 1934.
Marie fue sepultada junto a Pierre en el cementerio de Sceaux y allí estuvieron hasta el año 1995, en el que fueron trasladados al Panteón de París, en ceremonia formal encabezada por el presidente de Francia. Marie y Pierre descansan juntos allí desde entonces.
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